Después de una de mis clases de japonés mis compañeros y yo íbamos hablando en el metro.
Como casi siempre acabamos hablando de Japón y como soy una pesada acabé contando algunas de las anécdotas de cuando estuve allí.
Nunca se me había ocurrido contarlas aquí, pero mis compañeros me sugirieron hacerlo y~ ¡Aquí estoy!
Para empezar me gustaría contar la vez que comí por primera vez en un McDonald's en Japón.
Mi japonés no era ni es (acabo de empezar a estudiar) muy bueno, así que decidí ir a lo conocido y no arriesgarme en alguno de los pequeños restaurantes de Ikebukuro (donde me estaba quedando).
Esa mañana había estado paseando por el barrio y conociéndolo mejor, pero la tarde la pasaría en Shinjuku. Así que decidí ir al McDonald's de la esquina frente a la estación.
Como casi siempre acabamos hablando de Japón y como soy una pesada acabé contando algunas de las anécdotas de cuando estuve allí.
Nunca se me había ocurrido contarlas aquí, pero mis compañeros me sugirieron hacerlo y~ ¡Aquí estoy!
Para empezar me gustaría contar la vez que comí por primera vez en un McDonald's en Japón.
Mi japonés no era ni es (acabo de empezar a estudiar) muy bueno, así que decidí ir a lo conocido y no arriesgarme en alguno de los pequeños restaurantes de Ikebukuro (donde me estaba quedando).
Esa mañana había estado paseando por el barrio y conociéndolo mejor, pero la tarde la pasaría en Shinjuku. Así que decidí ir al McDonald's de la esquina frente a la estación.
McDonald's de Ikebukuro
Era finales de Julio por lo que el local tenían todas las puertas abiertas y había dos chicas repartiendo publicidad fuera. Entre y esperé mi turno en la larga cola.
La dependienta nada más verme giró la carta para que pudiese leerla en inglés en lugar de japonés.
Pedí sin ninguna complicación y me dieron una bandeja con mis patatas, la bebida y un cartel rojo con un enorme '5' en ambas caras. Se me quedó un poco cara de idiota al ver el número ¿Qué se supone significaba eso? ¿Dónde estaba mi hamburguesa?
En ese primer piso no estaba mas que el mostrador para pedir y unas estrechas escaleras que subían a un segundo piso donde se encontraba el 'comedor' y los baños.
Así que no tenía a nadie a mi alrededor a quien tomar cómo ejemplo o ver qué habían hecho con sus respectivos carteles. Me alejé de la cola y pregunté a una de las chicas que estaban fuera repartiendo publicidad. Si bien pude preguntar en japonés, no entendí su respuesta. La mujer desesperada intentando explicarme empezó a parar gente por la calle preguntando a ver si alguien sabía inglés y podía ayudarnos.
A estas alturas yo ya estaba completamente roja de vergüenza queriendo que la tierra me tragase. En unos minutos se había hecho un corro a nuestro alrededor y había varias personas grabando/sacando fotos con los móviles. Llegados a este punto le dije a la chica que no pasaba nada, que lo dejase.
Y ¡milagro! apareció un niño pequeño que sabía inglés.
Me explicó que tenía que subir y coger sitio, más tarde subiría una camarera con una bandeja llena de hamburguesas con números y me daría la mía. Es una manera de evitar colas y que vaya todo más rápido.
Estos japoneses siempre por delante~
Nada más llegar al segundo piso me encontré con un montón de adolescentes mirándome y un repentino silencio. ¡Qué agobio! Tardaron un par de minutos en volver a sus cosas y solo una mesa con tres gyaru-o que no paraban de sacarme fotos siguió prestándome atención. No es que no estén acostumbrados a ver extranjeros, es solo que no es muy normal verlos por Ikebukuro.
Me senté en una mesa individual para evitar pasar aun más vergüenza.
A mi lado estaba sentado un universitario de esos que van muy uniformados con su cartera de mano, mirándome de reojo de vez en cuando. Me trajeron por fin la hamburguesa y tuve que girarme para que los gyaru-o no pudiesen sacarme fotos mientras comía, así que quedé casi de frente al universitario.
Empezamos a hablar y agradeció el poder practicar inglés con una extranjera, que su profesora de la universidad lo felicitaría. Cuando terminamos nuestra comida nos despedimos y me dio un papel con su correo electrónico, haciendo que los gyaru-o empezasen a reírse.
No volvimos a coincidir pero seguimos en contacto by internet.
Y hasta aquí mi primera anécdota vergonzosa y ridícula en Japón xD
Espero no haberos aburrido.
See ya~
"La mujer desesperada intentando explicarme empezó a parar gente por la calle preguntando a ver si alguien sabía inglés y podía ayudarnos." Rezo porque nunca me pase xDD
ResponderEliminarMenuda vergüenza... Pero bueno, ahí queda com anécdota divertida xD
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